Copa Pizza:
Scuola Italiana Pizzaioli y Galbani Professionale celebran la pizza contemporánea
El 15 de octubre de 2025 se celebró en Milán la final de la Copa de la Pizza, lanzada por Galbani Professionale y apoyada por la Scuola Italiana Pizzaioli. El evento tuvo lugar en el local Vapore 1928 y vio competir a los seis pizzaioli finalistas seleccionados durante los meses anteriores: Antonio D’Angelo, Francesco Gioia, Arvind Patwa, Simone Pilloni, Francesco Ribaudo y Angelo Vella. La idea del concurso era sobre todo potenciar la creatividad de los pizzeros italianos y premiar las nuevas interpretaciones de la pizza contemporánea.
Al final del esperado desafío final, un jurado excepcional dirigido por Giuseppe Villani coronó ganador al pizzaiolo Antonio D’Angelo. Los jueces llamados a dar su veredicto fueron Tiziano De Filippis, Luca Gaccione, Paolo Priore, Roberto De Santis y Salvatore Salviani de Maestros Instructores de la Escuela Italiana de Pizzaioli, así como dos destacadas figuras de Galbani Professionale Simonia Fiorina, Directora de Marketing de Food Service, y Gianluigi Crovini, Senior Group Brand Manager.
Para el jurado, Antonio D’Angelo consiguió interpretar de forma ejemplar el tema del concurso. Desde el volumen de la corteza hasta el hábil uso de ingredientes con un interesante impacto en términos de color y sabor, D’Angelo fue capaz de crear una pizza capaz de narrar su territorio en clave contemporánea, con especial atención a la cocción del producto.
Desde el principio, la Scuola Italiana Pizzaioli ha sido el principal apoyo de Galbani en la organización de la Copa de la Pizza, respaldando a los promotores en cada paso y supervisando todas las fases del evento. La Escuela no sólo puso a disposición algunos de sus Maestros como jueces experimentados, sino que también apoyó a Galbani en la definición del reglamento del concurso, en la recogida de solicitudes y en la primera fase de selección entre más de 500 participantes.
La colaboración entre la Scuola Italiana Pizzaioli y Galbani Professionale para dar vida a un concurso de este nivel demuestra una vez más lo importante que es trabajar en red para valorizar el trabajo de los pizzeros y promover la alta calidad. Precisamente de momentos como éste nace la energía para preservar la tradición sin dejar de innovar, transmitiendo la pasión por la cultura de la pizza en todas sus facetas.
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